Excelentes noticias para La Rioja Alta. Su emblemático Gran Reserva 890 2004 acaba de convertirse, gracias a sus 98 puntos, en el mejor vino de la DOCa Rioja según la Guía Peñín 2017. En palabras de su director, Carlos González, este vino «tiene los mejores atributos de elegancia y complejidad que hemos encontrado en Rioja».
Se trata, además, de la primera ocasión en los 27 años de historia de la Guía Peñín en la que un vino de estilo “clásico” obtiene la máxima puntuación entre todos los vinos de Rioja. Un hecho especialmente resaltado por el fundador de la Guía, José Peñín.
Elaborado exclusivamente en las añadas más excepcionales como la 2004, Gran Reserva 890 es el resultado de un minucioso proceso de selección tanto en el viñedo -con uvas propias de las mejores fincas de la casa en Briñas, Labastida, Villalba y Fuenmayor-, como en la bodega. Su ensamblaje combina tempranillo con un 95 por ciento, el mazuelo aporta un 2 por ciento y, por primera vez en un 890, llega el graciano en el 3 por ciento restante. La bodega de Haro ha sacado recientemente al mercado 38.000 botellas numeradas con un precio de 80 euros, además de 4.452 en formato magnum.
Para su vinificación se siguió un minucioso proceso de selección. Únicamente los mejores racimos se transportaron en pequeñas cajas refrigeradas hasta la bodega. Tras un cuidadoso despalillado y estrujado, las uvas pasaron a los depósitos donde fermentaron a temperatura controlada. Pasado el invierno, se realizó una nueva selección para su crianza, durante un periodo de 6 años en barricas de roble americano domadas en la tonelería de la bodega. Durante sus 10 trasiegas, se seleccionaron nuevamente las barricas destinadas al coupage definitivo; el embotellado se llevó a cabo en marzo de 2011.
La cata de Rioja Alta lo define así: “En copa vemos un bonito color rojo cereza, con capa media, borde rosado pálido. Muy intenso de aroma, limpio, dominan las notas balsámicas y especiadas: vainilla, caramelo, bombón inglés, especias sobre un fondo de afrutado de ciruela pasa y orejones. En boca, equilibrado, elegante acidez, con estructura, taninos redondos pulidos, graso al final. En retrogusto es amplio, muy largo, con las notas de frutas dulces y el regaliz muy marcado. Un vino que representa la elegancia y clasicismo de los grandes reservas de Rioja”.
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