VIURA
La reina en la DOC Rioja. Ofrece vinos muy afrutados, con leves aromas florales y un notable grado de acidez, lo que la convierte en perfecta para su crianza. Se le critica la falta de personalidad y de aroma limitado, con vinos calificados como “planos”, pero también tiene defensores que alaban su capacidad de envejecimiento dando vinos de altísima calidad. Muy productiva, ocupa el 5,62% de la superficie total de la denominación con 3.569 hectáreas –el 84% entre el “viñedo blanco”-. Ha perdido algo de protagonismo con las nuevas variedades autorizadas, pero aun así la confianza del viticultor en la viura es total. En España es conocida como macabeo.
GARNACHA BLANCA
Procede de una mutación de la garnacha tinta. Prácticamente simbólica en nuestra DOC al estar cultivadas sólo 36 hectáreas. Desprende aromas a manzana y cítricos, intensidad media/alta y llega con una notable acidez. Carácter floral. Una incomprendida en Rioja.
MALVASÍA DE RIOJA
Vid autóctona de nuestra tierra que ofrece cualidades de calidad óptimas para complementar a la viura. Gran intensidad aromática, untuosa y con un precioso color amarillo rojizo, apenas representa el 0,12% de la superficie cultivada con 77 hectáreas. Ideal para cultivar en altura.
MATURANA BLANCA
Una variedad a tener en cuenta por su arrolladora personalidad. La acidez es notable y el PH sorprendentemente bajo, aunque con un grado alcohólico algo elevado. Su persistencia es media, y en nariz ofrece un amplio abanico de sensaciones, no demasiado intensas, que van desde el plátano hasta los cítricos. Notas minerales. Única en su especie. No llega a las 15 hectáreas cultivadas.
TEMPRANILLO BLANCO
El futuro de Rioja en el segmento de los vinos blancos. Lo tiene todo: tipicidad, originalidad, personalidad y nombre. Descubierta en 1988 como una mutación del tempranillo tinto, su brotación es tardía aunque la maduración resulta bastante rápida. La acidez total es elevada en unos racimos medios y sueltos, con el tamaño de la baya mediano. De color amarillo verdoso, su aroma recuerda a frutas tropicales, cítricos y el plátano. Tiene estructura y persistencia. El número de hectáreas cultivadas crece sin pausa, alcanzando ya las 155 que representan el 0,25% del total del viñedo riojano y el 3,67 dentro de las variedades blancas.
TURRUNTÉS
Hermano del Albillo Mayor de Castilla y León. De brotación y maduración rápida, su último ciclo se alarga. La variedad no destaca por nada en especial que no sea su tipicidad típicamente riojana. Grado bajo y acidez alta, paladar ligero y una persistencia poco llamativa. Ligeramente herbácea con claros recuerdos a la manzana. Son 2 las hectáreas cultivadas, apenas una anécdota dentro de nuestro viñedo.
VERDEJO
Uva de enorme calidad pero que llega tarde a nuestra tierra. Aun así, de las variedades foráneas, es la que mayor aceptación ha tenido; el verdejo está de moda. Profundamente aromática, es una uva de buena acidez y cuerpo medio/alto con un peculiar toque amargo. Es a Rueda lo que el tempranillo a Rioja. 181 hectáreas cultivadas para la reina del blanco a nivel nacional.
CHARDONNAY
Una clásica en el panorama vitivinícola mundial. De gran calidad, es originaria de la Borgoña, donde ha dado blancos inolvidables. Muy sensible a la sequía, presenta una brotación y maduración rápida. Mucho volumen en boca, excelente acidez y aromas a mantequilla y frutos secos. No aporta nada a una Denominación que debe diferenciarse en un campo tan trillado como el de los blancos. La francesa llega a las 72 hectáreas cultivadas.
SAUVIGNON BLANC
Tres cuartos de lo mismo que el chardonnay. Sin dudar de sus notables cualidades, poco puede sumar en Rioja. Algo tardía en su maduración, llega con un vigor notable por lo que es aconsejable plantarla en suelos pobres. El vino nacido de la variedad es elegante, fino y ácido. Pocas bodegas se han decidido por esta variedad internacional, son 78 las hectáreas cultivadas.