Si sorprendente fue la salida de Jesús Madrazo de Contino, más llamativa ha sido su despedida de Viña Leizaola. Un proyecto el de la bodega de Laguardia en el que Jesús había puesto mucho esfuerzo, ilusión y compromiso. Sin haber cumplido un año de trabajo, su sueño se ha convertido en un mal despertar. Sigue leyendo