Con casi un mes de adelanto con respecto a 2016, el Consejo Regulador ha dado por cerrada la vendimia 2017. Una cosecha marcada por dos variantes que han influido decisivamente en la cantidad y la calidad de la uva: la helada de san Prudencio y la pertinaz sequía. El balance provisional de la cosecha sitúa la producción total en 350 millones de kg de uva. Los resultados han sido satisfactorios respecto a la calidad de los vinos elaborados, aunque con una enorme diversidad en sus características.
La cantidad finalmente recolectada, en la que será la cosecha más temprana de la historia de Rioja, refleja que 2017 ha sido un año marcado principalmente por unas condiciones climatológicas muy complejas. Una recogida que, recordémoslo, comenzó el ¡10 de agosto! en Aldeanueva.
“Esta vendimia 2017 ha resultado la más complicada de los últimos años, aunque sorprendente por la excepcional climatología que la ha acompañado”, afirma Pablo Franco, responsable de Control del Consejo Regulador de la DOCa. “Las lluvias del mes de agosto ayudaron a completar el equilibrio de la maduración y por tanto incrementaron las expectativas productivas que había, tras un ciclo marcado por los diversos grados de afectación de la helada y las altas temperaturas del verano”.
Finalmente se han vendimiado 349,52 millones de kilos de uva, de los que 310,46 corresponden a tinta y 39,06 a blanca. Por zonas los números se desglosan así: Rioja Alta, 118,53 millones de kilos de uva; Rioja Oriental, 161,07, y Rioja Alavesa 69,07. Como recordario, hay que tener presente que el año pasado se ampararon 442 millones de kilos de uva.
Las primeras impresiones sobre la calidad de los vinos elaborados son optimistas ya que «los descubes de las primeras uvas muestran aromas estupendos, con estructura, color y polifenoles adecuados”, asegura Pablo Franco. Poco pero bueno. El buen estado vegetativo del viñedo y una sanidad impecable han sido fundamentales para alcanzar esos resultados.
El Pleno del Consejo Regulador, ante una situación tan especial como la planteada por la gran helada del 28 de abril, adoptó por primera vez medidas extraordinarias adaptadas a la realidad productiva con el objetivo de aportar la solución técnica más acorde al interés general. Las Normas de Campaña fueron aprobadas por amplio consenso el pasado mes de julio, con el empleo de tecnologías informáticas de última generación y un despliegue de verificaciones en campo sin precedentes en la Denominación desde el pasado mes de abril.
Por primera vez en la historia se estudió individualmente el grado de afectación de la helada en los viñedos, determinándose tres niveles de rendimientos máximos en función de dicha afectación. Una misma parcela ha dado frutos de calidad dispar, y viñedos distantes apenas 100 metros han sobrevivido a la helada de abril unos con penurias y otros con grandeza. Como siempre las viñas entradas en años han demostrado su excelencia.
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