Confirmado, Jesús Madrazo deja Contino tras toda una vida al frente de la bodega de Laserna. Pocos nombres han estado en la historia reciente del Rioja tan íntimamente ligados como Contino y Jesús Madrazo. Resulta difícil hablar de uno sin pensar en el otro, pero tras muchos rumores la ruptura es un hecho.
Contino fue quizás la primera bodega en la DOCa que apostó claramente por el concepto bordelés de château. Un proyecto que nació hace ya 44 años con la compra de un total de 62 hectáreas de terreno bajo el Cerro de la Mesa, en un meandro del Ebro situado frente al Cortijo. La finca se extiende en tres terrazas que descienden desde la vieja casa solariega hasta el río. Una idea de asociación entre bodega y viñedo que resultó en su momento rompedora en Rioja.
En la cata que precisamente la semana pasada tuvimos en Contino con Jesús –puede que la última que haya hecho como enólogo jefe–, nos contó que “el sueño empezó allá por 1973 cuando nos planteamos hacer algo diferente a lo que había en Rioja, construir una bodega rodeada de sus viñedos al estilo francés. Controlábamos una parcela de 10 hectáreas que iba siempre al Gran Reserva de Viña Real, esa finca fue precisamente el germen de lo que ahora es esta bodega. ¿Por qué no dedicar esas extraordinarias uvas a un nuevo proyecto?”. Han pasado cuatro décadas y Madrazo deja, en su marcha, a Contino en lo más alto, con tintos enormes como el Viña del Olivo, el Gran Reserva o su singular Graciano.
El testigo lo toma Jorge Navascués, un enólogo y viticultor natural de Cariñena que va a continuar con el proyecto emprendido por Jesús. Hijo de enólogos, Jorge cuenta con una dilatada experiencia en el sector. Hasta la fecha ha estado al frente de diecinueve vendimias y ha sido enólogo consultor en diversos proyectos de áreas como Cariñena, Calatayud, Navarra, Somontano, Tacoronte-Acentejo y diversas zonas de Vinos de la Tierra, todas ellas en Aragón. Se incorporará al equipo en el mes de agosto y podrá compartir con Jesús experiencias e inquietudes hasta finalizar la vendimia, cuando tiene previsto comenzar su nuevo camino.
Un hombre y una ilusión. Y, sobre todo, toda una vida dedicada a un viñedo. Para Jesús Madrazo comienza un sueño justo donde acaba otro. Se habla de una pequeña bodega en Laguardia junto a su mujer y otro socio, Etienne Cordonnier, con viñas propias, pero de momento son sólo conjeturas que el tiempo se encargará de confirmar. Donde vaya triunfará, no me cabe duda. ¡Suerte!
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