Todavía estás a tiempo de acercarte a la vinoteca Lugar del vino, junto a la calle Laurel, para visitar la exposición de “pintura al vino” de Isabel Hernández Saseta, una joven enóloga que combina su pasión por la viticultura con la de la pintura. Y lo hace con gusto y originalidad, valiéndose del vino para colorear los lienzos. ¡Ahí es nada!
El método de Isabel es simple: “Me resulta muy sencillo porque el vino y los pinceles son lo que más me gusta del mundo. Cuando descorcho una botella a la que tengo cariño o que me ha despertado mucho interés, guardo un poco para pintar algún tema que tenga relación con el mundo del vino”. En su blog Copa y pincel los post son tan variados como su paleta de colores –El oídio en el viñedo, Por qué agitamos el vino al catarlo, El aroma de cuero en los vinos, ¿Roble francés o roble americano?, La pruina de las bayas…–, y lo mismo pinta con un rosado que con un crianza, “me he atrevido hasta con un Monte Real gran reserva para la ilustración de Bodegas Riojanas; pero para fondos oscuros he utilizado vinos jóvenes sin maloláctica y, en otro dibujo como el de las barricas de CVNE, he pintado con dos tipos diferentes, un toque de Imperial reserva 2010 y crianza 2011. Siempre cada bodega con sus vinos, como debe ser”.
Actualmente disfruta de una beca de colaboración en la Universidad de La Rioja y, en ratos libres, escribe y pinta para su blog donde “trato de unir el mundo del vino y el de la pintura, mostrando cuadros y dibujos de temática vitivinícola. Además los relaciono con breves explicaciones sobre temas y curiosidades enológicas”.
Un ejemplo hablando de colores: “Los polifenoles son los responsables del color del vino, dentro de ellos los antocianos tintan de rojo y los flavanoles de amarillo. En general el vino ofrece una paleta diversa de colores, que van desde lilas a violetas/azulados y marrones. Los lilas son el resultado de pintar con vinos rosados ya que se maceran muy poco los hollejos; los violetas/azulados llegan de la mano de tintos jóvenes, mientras que los vinos envejecidos derivan en colores pardos. Irremediablemente el vino –y mis dibujos– irá perdiendo los tonos azules y ganando matices amarillos/naranjas durante su envejecimiento”. Todo un cursillo acelerado de pintura vitivinícola…
Sintonía, lo que los modernos denominan feeling, es lo que transmite Isabel al unir pinceles y vino. Hasta final de mes se expone la colección en Lugar del vino, no deberías perderte estas 22 ilustraciones tintadas con auténticos matices gran reserva.