La Rioja se mueve. Unos vienen y otros van. Entre los primeros, un auténtico primer espada que se presenta con vitola de grande en Ribera de Duero: el Grupo Matarromera llega a la DOC con un proyecto que lo promete todo. En pleno corazón de la Sonsierra, Bodegas y Viñedos Carlos Moro acaba de finalizar su primera cosecha proveniente de las 20 hectáreas de viñedo propio que se posee en un enclave privilegiado, San Vicente de la Sonsierra. En bodega han entrado en esta primera vendimia 430.000 kilos de uva destinados a hacer grande a la nueva bodega riojalteña. Así lo esperamos todos.

Bodega Carlos Moro cuenta con 465 barricas de roble francés y americano –al 50 por ciento-, muchas de las cuales se destinarán para la realización de fermentaciones malolácticas de los futuros vinos. También dispone de 25 depósitos de acero inoxidable y 2 tinos de madera de 3.000 litros en los que se ha encubado sólo las partes más ricas de lo vendimiado en compuestos fenólicos y azucares -los hombros de los racimos de uva-, para elaborar una pequeña selección de vinos de gran calidad.

Acorde con los tiempos que corren, el enoturismo adquiere protagonismo en Carlos Moro. Los aficionados que se acerquen a la bodega podrán recorrer el espectacular calado de más de 1.200 metros donde reposan los mejores tintos y ascender por las diferentes plantas a través de un elevador panorámico desde el que se puede contemplar el proceso productivo enológico, ahora destinado a remontados y delestages en la sala de depósitos. La visita incluye un paseo por sus viñedos y una cata dirigida en barrica con el descorche de cinco vinos provenientes de otras tantas denominaciones de origen: Rioja, Ribera del Duero, Toro, Cigales y Rueda. Suerte a Bodega Carlos Moro, el buen hacer se da por descontado.